Paulo Dierckx y P. No sabía qué contestarme. No sabía mi hermano evangélico cómo se llamaba el sacerdote, ni dónde vivía Bueno, le dije, cualquier persona puede decir y grabar lo que quiera para sembrar dudas, pero este asunto me huele a mentira, y no olvidemos que «Dios odia a los mentirosos» Prov.
Piensa en esto: o Dios te audición, o no lo hace. Si no lo hace, evidentemente orar no tiene sentido. Recuerda que, algunas veces, las respuestas llegan de maneras sutiles o inesperadas. Realiza los cambios necesarios en tu vida a fin de que puedas tener el Espíritu. No olvides que cada persona recibe respuestas de distinta manera. Ten fe y confía en que el Padre Celestial siempre escucha. Escucha al Espíritu Procura oír al Espíritu Santo. La gente audición al Espíritu Santo de diferentes urbanidad, por lo que puede que esperes oír una voz suave y apacible cuando la impresión tal vez llegue como un sentimiento.
