Cuando recibí este llamamiento, le supliqué a mi Padre Celestial que me ayudara a saber lo que necesitaban las hermanas de la Iglesia. Recibí la fuerte impresión de que nosotras, Sus hijas, necesitamos saber que Él nos ama; necesitamos saber que Él ve lo bueno en nosotras. El sentir Su amor nos alienta a seguir adelante, nos asegura que somos Sus hijas y nos confirma que nos valora aun cuando tropezamos y atravesamos contratiempos pasajeros. Fue al expresar mi testimonio en la sesión del domingo por la tarde de la conferencia general de abril deque sentí confirmada la veracidad de este mensaje. Esa mañana se me comunicó que el élder David B. Al verlo entrar en el centro de conferencias esa mañana, empecé a tranquilizarme, hasta el momento en que él salió mientras cantaba la congregación. La forma tierna y personal en que han respondido a esa instrucción me ha conmovido. Gracias por decirnos cómo les ha bendecido ese mensaje. Sus palabras han corroborado el hecho de que cada una de nosotras tiene el derecho, y la necesidad, de sentir el amor del Señor en su vida.
A nivel científico existe un experimento que me fascina del que tuve noticia hace unos años: teniendo a unos cuantos recién nacidos, se eligieron a la mitad y a ellos se les aplicaron caricias, se les tocaba, etc. A la otra mitad solo se les alimentaba pero sin escasamente contacto físico. Esto me dejó embrujado ya que ahí aprendí lo importante que es el contacto físico no solo a nivel emocional, social o psicológico, sino también a nivel físico. Si extrapolamos hacia el resto de edades, yo al menos saco como conclusión lo importante que es adeudar un contacto físico con nuestros hijos, durante toda la vida. Algunas investigaciones , han demostrado que la falta de caricias, puede provocar en el bebé un retraso en su desarrollo psicológico y una degeneración física que incluso le lleve a la asesinato a pesar de tener el alpiste y la higiene necesarios para sobrevivir.
Semejante vez te encuentras en un bar hablando con amigos, que él no conoce. O te encuentras por admiración con ese compañero del trabajo, que siempre le mencionas. No solo quiere hacerse notar y demostrar que eres su chica, sino que tal tiempo pueda sentir celos o inseguridad por miedo a perderte. Y aunque seguramente él no quiera que lo sepas, su gesto lo delata. Te quiere solo para él. A esa familiaridad me refiero. Sí, el que todas queremos.
Bravo, no tiene que ser así, especialmente después de probar técnicas como la técnica de suelo alto, el aceptación lateral, la cabeza a un lado, el uso de tacones altos, estar de puntillas, entre otras. Entremos en las técnicas de inmediato. Incluso podrías subir las escaleras o pararte en la acera mientras la otra andoba se para en la carretera. Aceptación lateral o de cabeza A un lado Por lo general, una andoba alta que abraza a una andoba corta cara a cara cuando no es íntima puede hacer que parezca incómoda. Es por eso que un abrazo lateral siempre es una disyuntiva. Esta técnica te evita colocar la cara sobre el pecho del arrapiezo. En su lugar, inclinas tu cuerpo hacia un lado y deslizas un brazo alrededor del tipo. Alternativamente, gire la cabeza hacia un lado. Esta técnica sobre cómo abrazar a un chico alto es generalmente una bravo manera de expresar intimidad.