Prepararse a la llegada del esposo Por: P. Horacio Bojorge S. Fuente: Clínica del Buen Amor Querido Padre Horacio: Mi nombre es Verónica, soy de Ecuador, los motivos por los cuales le escribo son muchos. No sé, Padre, eso me confunde. Es que, Padre, la mayoría de chicos que he conocido no son lo que yo espero. Por ejemplo: no creen en Dios, fuman, toman y eso yo no lo quiero.
Esto se puede tener por cierto, y que siempre estoy y estaré sujeta por la bondad de Dios, y lo he estado, a ella. Sea por siempre bendito, amén, y glorificado. Que si bien lo consideramos, hermanas, no es otra cosa el ánima del justo, sino un paraíso, donde dice Él tiene sus deleites. No hallo yo cosa con que concomitar la gran hermosura de un ánima y la gran capacidad. Y realmente, apenas deben llegar nuestros entendimientos, por agudos que fuesen, a comprenderla; ansí como no pueden llegar a considerar a Dios, pues Él mesmo dice que nos crió a su imagen y semejanza.
No siempre es sencillo conseguir lo que deseas, sobre todo si otras personas deben dar su brazo a torcer. Todos tenemos amigos que siempre consiguen lo que quieren, y no es una cuestión de suerte, todo excursión en torno al modo en que piden las cosas. Desde que nacemos, gran parte de la relación con nuestros congéneres tiene como objetivo satisfacer nuestras necesidades. Al bebé le baste con llorar, al niño con chantajear y al adolescente con insistir, empero los adultos necesitan otras estrategias. Si, por ejemplo, necesitamos que la administración nos dé dos días para actuar la mudanza, no podemos pedir una semana para ver si cuela. En definitiva, si te dan la baza, no cojas el brazo. Sé declarado y honesto A la hora de pedir un favor tenemos que adeudar claro qué es lo que necesitamos.
He's a greedy man. He limps slightly on his right foot. She wore a dress with a train. I was standing in line for more than two hours.
